miércoles, 2 de noviembre de 2011

RON, TREMENTINA Y FILOSOFÍA




A partir del próximo lunes 7 de noviembre mi hermano expone su obra y se expone. Lo hace de forma valiente, clara y evidente -en solitario- en el Club La Provincia de Las Palmas de Gran Canaria. Expone su Arte a la máxima potencia, acercándose a la cúspide de la Pintura, con unos lienzos preñados de personajes únicos, cargados de talento y profundidad observadora. Manteniendo la figura humana en el centro de su óptica, llenando el espacio de miradas profundas, expresiones insondables y cuerpos en tensión.
En tiempos como este, donde muchos creadores buscan las subvenciones que les han permitido vivir durante años en vano, mi hermano Juan ha ido labrándose una carrera autodidacta en dirección al Olimpo de los pintores, a base de trabajo, trabajo y más trabajo. Aprendiendo su Arte como se hacía en el Renacimiento, de forma pausada, primero como aprendiz, luego como artesano y ahora como maestro. Aprendiendo a pesar de todo y de todos ( sin contar con mis iniciales dudas).
Hay pocos pintores actuales que dominen el Arte de la Pintura como Juan. Lo ha conseguido él solo, experimentando, mirando, observando a los maestros de la pintura, practicando, creando, pintando. Mi hermano pintaba desde que nació, ya trazaba dibujos de personajes diminutos antes siquiera de haber aprendido a leer. Y él se ha ocupado de desarrollar ese talento hasta niveles muy elevados, trabajando cada día, aprovechando la luz y las tinieblas para aprender de ambas su juego eterno.
Juan nació para pintar este mundo, dotado de una capacidad autodidacta detrás de sus ojos almendrados llenos de asombro y perplejidad con el ser humano, su cuerpo y su imagen. Poco a poco el pintor ha ido consiguiendo abrirse un camino en un territorio inhóspito, buscando espacios propios, exponiendo en los pocos lugares habilitados en Canarias para ello, creando una estela, cuando no una escuela propia.
También ha expuesto en Madrid y en algunos otros sitios. Obras suyas cuelgan en colecciones particulares de Canarias, y puntos del resto del Estado; también las hay en California, en Nueva York, en Argentina o en Alemania. Después de más de veinte años empieza a ser reconocido en el reducido ámbito canario. Juan Cabrera Cruz es uno de los mejores pintores canarios actuales; y soy objetivo, a pesar de ser su hermano.
Es Juan un pintor de las almas de los seres humanos. Y ahora se acerca cada vez más a la Cumbre, retratando cada individuo más allá de la imagen física, desvelando lo que otros ojos no somos capaces siquiera de adivinar. En esta exposición condensa su sapiencia del arte pictórico y del conocimiento de la figura y el alma humanas, demostrando que sabe desvelar lo oculto y mostrar el dominio de los cánones pictóricos, con ejemplos casi renacentistas que conviven junto con sus características caras de miradas fascinantes.







Me hermano ha ilustrado mis dos primeros libros y también el último, para el que me regaló los cuadros originales de la portada y contraportada de la novela, KOPI LUWAK. Allí han quedado unidos a las letras del libro. Que estas palabras también queden unidas a su Exposición “Ron, Trementina y Filosofía”.
¡Brindemos Juan, con ron, qué la vida es breve y hay que retratarla; con tinta, óleo y trementina!

1 comentario:

cosas de poca importancia dijo...

¡Viva los Cabrera¡ el ron y un poquito, poquito la buena filosofía.